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El pasado miércoles, estuvimos en la 9na versión del seminario “Todas somos atómicas”. Instancia donde nuestras emprendedoras pudieron participar en una entretenida jornada de capacitación, mentorías y networking de la mano de Johanna Reyes, fundadora de Comunidad Mujeres Emprendedoras y Empresarias (MEM).

Empoderar a las mujeres para que alcancen su máximo potencial es una de las formas más poderosas de luchar contra la pobreza.En la mayoría de los casos, las mujeres también deben equilibrar la mayor parte de las responsabilidades domésticas y de cuidado de los niños con los esfuerzos por mejorar sus habilidades y obtener ingresos independientes.

Otro dato no menor, es que las mujeres representan la mitad de la población mundial y aportan diversas perspectivas, innovaciones y estilos de liderazgo que pueden impulsar el crecimiento económico y fomentar la competitividad global.

¿Por qué es importante el empoderamiento económico de las mujeres para el desarrollo?

Invertir en oportunidades para las mujeres podría tener un enorme impacto económico y social. Si las mujeres emprendedoras tuvieran el mismo acceso que los hombres a la capacitación, la información y los recursos, podrían aumentar la producción hasta en un 30% según estudios al respecto. Y en una escala más amplia, otro estudio reciente estimó que la participación igualitaria de las mujeres en el mercado laboral aumentaría el PIB mundial en un 26%, o 28 billones de dólares. Además, el empoderamiento económico de las mujeres no sólo promueve un mayor desarrollo económico, sino también una mayor equidad, oportunidades y progreso social.

Cuando las mujeres adquieren poder económico, los efectos se extienden a las familias y comunidades. Las investigaciones indican que invierten una mayor parte de sus ingresos en necesidades familiares, como alimentos, atención médica y educación, lo que mejora las oportunidades para la próxima generación. Las mujeres que ocupan puestos de liderazgo, como empresarias, formadoras o dirigentes de cooperativas, también ayudan a derribar normas y estereotipos de género perjudiciales en sus comunidades, al tiempo que sirven como modelos importantes para las niñas y otras mujeres.

Empoderar a las mujeres en los negocios no es una mera tendencia: es una necesidad y, más importante aún, una responsabilidad que todos compartimos. A medida que la sociedad crece, la brecha entre mujeres y hombres en el ámbito empresarial debería disminuir. Ambos géneros tienen fortalezas únicas y sólo combinándolas podremos alcanzar nuestros objetivos de desarrollo colectivo.

Las oportunidades para las mujeres en los negocios son enormes. Desde empresas locales en pueblos pequeños hasta megacorporaciones, el potencial es infinito. Por eso es que estas oportunidades son únicas y representan posibilidades reales de lograr lo propuesto por la administración del Alcalde Felipe Muñoz, quien ha manifestado públicamente en repetidas oportunidades la necesidad de potenciar a nuestras mujeres en nuestro territorio.

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